¿Qué paso con los ODS en el contexto de la COVID – 19? (Segunda Parte )

Por: Rocio del Pilar Escalante Ramos 

Como se ha mencionado en el artículo anterior https://fni.pe/que-paso-con-los-ods-en-el-contexto-de-la-covid-19-primera-parte/, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se establecieron en el 2015 por los Estados Miembros[1] con el fin de erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar la paz y prosperidad de las personas para 2030. Estos 17 objetivos están integrados porqué reconocen la interacción de los tres pilares del desarrollo sostenible; el social, el económico y el ambiental. Los ODS se diseñaron para acabar con las brechas que existen en nuestro planeta; para llegar a cero pobreza, cero hambre, cero discriminación de las mujer, y llegar a otros ceros más que son necesarios para garantizar el desarrollo de las personas en armonía con el ambiente. En el Perú, las empresas que apuestan por el desarrollo sostenible y que contribuyen a los ODS se encuentran en el directorio de Pymes Verdes de la Coalición por la Economía Verde en Perú (https://economiaverde.pe/pymes).

Objetivo 2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y una mejor nutrición y promover la agricultura sostenible

Para el año 2019 se estimó que casi 690 millones de personas padecieron hambre, aumentado en 60 millones en los últimos 5 años (Pirlea & otros, 2020). El hambre está relacionado a la inseguridad alimentaria, a su calidad, a su variedad y a estar hasta un día sin comer. Con la pandemia se estima que entre 80 a 130 millones de personas más pueden sufrir de desnutrición, generando como consecuencias el retraso de crecimiento y sobrepeso (Pirlea & otros, 2020). La crisis económica que enfrentan los países a nivel mundial agrava esta situación. La inflación en los precios de los alimentos, la falta de empleo, la disminución de las remesas, las irrupciones en las cadenas de suministros y las perturbaciones que afectan a la producción de alimentos están empeorando esta realidad. Por ello, es necesario que los gobiernos brinden apoyo a los ciudadanos, especialmente a los más pobres.

Objetivo 4. Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos.

A nivel mundial existe una grave crisis de escolaridad con altos porcentajes de niños que no van a la escuela y niños que tienen un pésimo aprendizaje. La pandemia de la COVID – 19 está agravando esta crisis. En más de 200 países se han cerrado las escuelas de forma presencial, afectando negativamente el aprendizaje de habilidades; como el pensamiento crítico, colaboración y liderazgo, adaptabilidad, y la comunicación oral y escrita; en los niños. En los escenarios más pesimistas se espera que la pobreza de aprendizaje, que los niños no sepan leer, aumente entre 52,7 % a 63,2 %, haciendo que se necesite hasta el 2055 para reducir a la mitad la tasa de pobreza de aprendizaje (Pirlea & otros, 2020). Que se recrudece por la falta de comidas escolares que agravan la desnutrición, afectando su capacidad de aprender y pertenecer a la Población Económicamente Activa (PEA).

Objetivo 6. Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos

Para el año 2017, un tercio de los países había logrado acceso universal al agua, con una cobertura del 99%. Sin embargo, 39 países tienen a una cuarta parte de su población con accesos carentes de agua, con diferencias entre las zonas urbanas y rurales, en esta última hay menos probabilidades de contar con acceso a agua básica. Asimismo, solo el 45% de la población mundial tiene acceso a saneamiento gestionado de forma segura y la cuarta parte de la población mundial carece de servicios básicos de saneamiento (Pirlea & otros, 2020). Existen diferencias abismales para el acceso a instalaciones para el lavado de manos, donde los hogares más pobres son los más desfavorecidos. Recordemos que una de las estrategias para combatir la COVID – 19 y otras enfermedades diarreicas es el lavado de manos. Más de la mitad de la población mundial no cuenta con un servicio necesario para combatir la crisis sanitaria mundial.

Objetivo 8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos

Algunas de las razones para el crecimiento económico es que los trabajadores sean productivos y tengan acceso a puestos de trabajo. La pandemia de la COVID – 19 afecto el crecimiento mundial con contracciones más pronunciadas en algunas regiones, para junio del 2020 se proyectaba una contracción de 5,2% en el PBI mundial, la recesión más profunda en 8 décadas (Pirlea & otros, 2020). Volver al status quo no es suficiente para el cumplimiento de esta meta, es necesario mejorar la productividad de los trabajadores y trasformar la economía para que se pase a sectores de alta productividad, sin olvidar incluir a los trabajadores vulnerables. Está crisis abre paso para que la economía mundial se reformule.

Objetivo 10. Reducir la desigualdad dentro y entre países

Este objetivo apunta a reducir la desigualdad pero no especifica el objetivo, en la práctica los economistas utilizan el índice Gini para medir la desigualdad más compleja. La meta 1 de este objetivo es lograr y mantener progresivamente el crecimiento de los ingresos del 40% de la población más pobre del mundo. Este objetivo esta estrechamente relacionado con otros, como el ODS1, ODS3 y ODS8, la reducción de empleos y aumento de pobreza hace que el bienestar de las personas se vea afectado de manera negativa y que la desigualdad aumente dentro de los países y entre los mismos. La respuesta de las sociedades más pobres antes esta crisis sanitaria no se puede comparar con la de los países potencia, haciendo más grave la crisis sanitaria y resaltando estas desigualdades.

Objetivo 12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles

Los residuos globales, para el año 2018, estaban constituidos por alimentos en 44% y por plásticos en 12% (Pirlea, 2020). Las mayores pérdidas en los países pobres es en la etapa de producción y en los ricos, en el consumo. La pandemia ha interrumpido las cadenas de suministros empeorando las perdidas en la producción a causa de los bloqueos para evitar la propagación del virus. También ha impulsado el consumo de plásticos de un solo uso, el consumo de las mascarillas desechables se ha multiplicado por 200 para año 2020. A pesar que hay 2.000 millones de personas pasando hambre y desnutridas, se desperdician alrededor de 1.300 millones de toneladas métricas de alimento al año (Pirlea, 2020). Por lo que es necesaria la gestión eficiente de los residuos y el compromiso de los gobiernos para reducir los desperdicios de plástico y alimentos. 

Objetivo 14. Conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible

Al aumentar la temperatura global también aumenta la temperatura de los mares, que se encargan de absorber el 90% del exceso de calor que llega a la tierra. El cambio en la temperatura del mar hace que las especies sufran de estrés fisiológico y que cambien sus habitad, cambiando el patrón de consumo humano del que dependen aproximadamente 1000 millones de personas (Pirlea & otros, 2020). Una manera de proteger áreas marinas para salvar especies y ecosistemas vulnerables son las Áreas Marinas Protegidas que actualmente cubren un 7,4% del océano del mundo. Protegiendo corales y brindando beneficios tanto económicos como ambientales. 

Objetivo 16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, proporcionar acceso a la justicia para todos y construir instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.

Para tener sociedades pacificas e inclusivas con acceso a la justicia que se desarrollen de manera sostenible es necesario tener instituciones sólidas, eficaces, transparentes y responsables. En el año 2020, las instituciones fueron sometidas a tensiones por la necesidad de respuestas de los gobiernos ante la COVID – 19, dando como resultado medidas de contención y cierre. Para inicios de marzo en solo tres países (China, Italia y Mongolia) tenían una puntuación severa de propagación del virus, por ello tuvieron políticas rigurosas para bloquear a la COVID -19. Pero para inicios de abril el mundo tenía la misma puntuación, el escenario cambio completamente. La crisis es devastadora y desigual pero es una oportunidad para que las instituciones realicen mejoras estructurales.

Este trabajo forma parte del proyecto “Agenda Perú: Repensando el rol del sector privado en el desarrollo sostenible”financiado por el Institute Development Research Center (IDRC). 

Fuentes:

Naciones Unidas (s.f.), Miembros de las Naciones Unidas, Recuperado de la página web: https://www.un.org/es/sections/member-states/about-un-membership/index.html.

Pirlea, A., Serajuddin, S., Wadhwa, D., Welch, M. & Whitby, A., (2020), Atlas of the Sustainable Development Goals 2020: From World Development Indicators, Recuperado de la página web: https://datatopics.worldbank.org/sdgatlas/. 

Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (s.f.), Objetivos de Desarrollo Sostenible, Recuperado de la página web: https://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals.html.

United Nations (s.f.), Transforming our world: the 2030 Agenda for Sustainable Development, Recuperado de la página web: https://sdgs.un.org/2030agenda.


[1] Son todos los Estados que acepten las obligaciones consignadas en la Carta de las Naciones Unidas y que estén capacitados, según la organización, para cumplir dichas obligaciones y estén dispuestos a hacerlo. “Los Estados son admitidos como miembros de las Naciones Unidas por decisión de la Asamblea General y por recomendación del Consejo de Seguridad.”(Naciones Unidas, s.f.).