Autora: Yuli Soria
La gestión de los desechos sólidos es un problema universal que concierne a todo habitante del planeta. Si bien este es un tema del que se tiene conciencia, la generación de desechos está aumentando a un ritmo alarmante. Esto, debido a que los países están desarrollándose rápidamente sin establecer sistemas adecuados para gestionar la distinta composición de desechos que producen los ciudadanos. El Organismo de Evaluación y fiscalización Ambiental (OEFA, 2013-2014) indica que los residuos sólidos son sustancias, productos o subproductos en estado sólido o semisólido, desechados por su generador. Se entiende por generador a aquella persona que en razón de sus actividades produce residuos sólidos. Suele considerarse que carecen de valor económico, y se les conoce coloquialmente como “basura”.
Kaza et al.(2018) afirman que en el mundo se genera anualmente 2010 millones de toneladas de desechos sólidos municipales, y al menos el 33 % de ellos no se gestionan sin riesgo para el medio ambiente. Además, se proyecta que la rápida urbanización, el crecimiento de la población y el desarrollo económico harán que la cantidad de desechos a nivel mundial aumente 70 % en los próximos 30 años y llegue a un volumen de 3400 millones de toneladas de desechos generados anualmente.
Por otra parte, en el contexto peruano, Gómez (2019) indica que el Perú genera 19 mil toneladas diarias de residuos, 0,58 Kg por habitante por día. Las evaluaciones del desempeño ambiental del país han revelado que la infraestructura para la eliminación de residuos domiciliarios es insuficiente, contando sólo con 11 rellenos sanitarios controlados (cuatro son de Lima), lo que conduce a una situación en que el 46.2% de los residuos se elimina inadecuadamente en botaderos informales, arrojados al mar, o incinerados de manera no controlada.
La gestión inadecuada de los desechos tiene un impacto negativo en la salud de la población, en los ecosistemas y en la calidad de vida. Y el costo de abordar este impacto es muy superior al costo de desarrollar y poner en funcionamiento de sistemas sencillos y adecuados de gestión de los desechos. Si continuamos con la misma dinámica de generación de residuos y no encontramos su aprovechamiento, tendremos emergencias sanitarias en la mayoría de las ciudades del país y una alta generación de emisiones de gases de efecto invernadero (Kaza et al, 2018).
El problema de la gestión de los recursos sólidos en el país debe ser parte de los retos de los gobiernos venideros, enfocados no solo en infraestructura para el aprovechamiento, tratamiento y disposición final de residuos, sino en mayores incentivos económicos y normativos para las empresas o en pedagogía para atacar el problema desde la misma separación en la fuente.Lamejora de la gestión de los desechos ayudará a las ciudades a ganar resiliencia frente a las condiciones climáticas extremas (Kaza et al, 2018). Sin embargo, existe otra alternativa que puede ayudar a mejorar la gestión de residuos en el país, la cual supone un cambio en la forma de pensar sobre economía tradicional.
La economía circular es una alternativa que puede ayudar a mejorar la gestión de residuos en el país, está economía se presenta como un sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción, la reutilización y el reciclaje del elemento. Sin embargo, cabe destacar que este modelo depende del compromiso de los consumidores y generadores de separar los residuos donde se originan, de manera que se disponga de forma correcta el material reciclable y se envíe a los lugares correspondientes para su tratamiento. La economía circular puede ser la respuesta para la transición hacia una gestión sostenible de residuos sólidos (Peláez et al 2019).
Gómez (2019) indica que la situación actual del reciclaje en nuestro país está pasando por una etapa de adaptación y concientización. Todo ello en el marco de la globalización, avance de las tecnologías y el cambio climático. Por lo tanto, debemos pensar que la generación y el tratamiento de residuos, así como la eficiencia del uso de insumos, constituyen un factor importante en su evolución. ¿Qué acciones podemos realizar para reducir la cantidad de basura que generamos?
A partir de los residuos orgánicos podemos generar el compost, su uso permite la mejoraría de los suelos favoreciendo a la agricultura. Otra opción son ladrillos ecológicos, aptos para la construcción de viviendas de bajo costo. Esta alternativa, ya se ha ido desarrollado en otros países como Argentina, Chile y México. Además, estos ladrillos pueden otorgar beneficios como aislante térmico y acústico. Una opción que ha surgido con mayor fuerza luego de ley de plásticos (2018), son los bolsos ecológicos, su producción es mediante el reciclaje de botellas. Es fundamental, que constamente se busquen alternativas y se pongan en práctica para generar el aprovechamiento de la basura.
En la plataforma economiaverde.pe se pueden encontrar distintos emprendimientos que buscan trabajar con residuos solidos y orgánicos ofreciendo productos y servicios interesantes, los cuales no solo protegen el medio ambiente, sino que adicionalmente tienen un impacto positivo a nivel social.
Bibliografía:
§ Gómez, M. (2019). En el Perú, debemos comenzar a caminar hacia una economía circular. Recuperado de https://noticias.upc.edu.pe/2019/05/17/mercedes-gomez-medio-ambiente-ingenieria-ambiental-economia-circular/
§ OEFA. (2013-2014). Fiscalización ambiental en residuos sólidos de gestión municipal provincial. Recuperado de https://www.oefa.gob.pe/?wpfb_dl=13926
§ Kaza, S., Yao, L., Bhada-Tata, P., y Van Woerden, F. (2018). What a Waste 2.0: A Global Snapshot of Solid Waste Management to 2050. Recuperado de https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/30317
§ Peláez, P., Granado, S., Lambrecht, N., y Navas, R. (2019). Liberando la economía circular en América Latina y el Caribe. Recuperado de https://blogs.iadb.org/bidinvest/es/liberando-la-economia-circular-en-america-latina-y-el-caribe/?fbclid=IwAR0Qc5RLE1zr1V7P0D-uvLMh_0am0FJhcW7oc8vyyT23l5BYW7rIAXFebw0