Pobreza, uno de los grandes desafíos que enfrenta la humanidad

Autora: Rocio del Pilar Escalante Ramos

Fecha: Junio 2021

Cumplir con las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 1, fin de la pobreza, está cada vez más lejos. La pobreza tiene un carácter multidimensional y las privaciones[1] que sufren las personas se reflejan en su desarrollo personal y social. Para obtener el Índice de la Pobreza Multidimensional (IPM) se toma en cuenta 3 dimensiones, salud (nutrición y mortalidad infantil), educación (años de escolaridad y asistencia a la escuela) y estándares de vida (producción de combustibles, saneamiento, agua potable, electricidad, alojamiento y activos). Este índice muestras las diferencias en las que las personas experimentan la pobreza en las diferentes dimensiones y las disparidades entre países.

Según este índice, en 101 países al año 2019, 1 300 millones personas vivían en situación de pobreza, de las cuales, la mitad son menores de 18 años y una tercera parte son menores de 10 años (IMCO, 2019) (UNDP, s.f.). La pobreza afecta de distinta manera en los diferentes países, en los de renta media, 886 millones viven está situación, y en los de renta baja, 440 millones (UNDP, s.f.). A nivel mundial los países más pobres multidimensionalmente son India, Nigeria, Etiopía, Pakistán y Bangladesh. Si se divide en zona rural y urbana la cifras cambian, a nivel rural 1 100 millones de personas viven esta situación mientras que en las ciudades 201 millones (UNDP, s.f.). Asimismo, se estima que la pandemia de COVID – 19 empujara a 150 millones de personas en el mundo a la pobreza extrema, lo que significa que vivirán con menos de 1,90 dólares al día (Banco Mundial, 2020). Estos “nuevos pobres” vivirán en entornos urbanos superpoblados, trabajaran en servicios informales o manufactura y serán de los sectores más afectados por el confinamiento debido a la pandemia.

América Latina y el Caribe fue la región más golpeada por la pandemia. Está crisis sanitaria ha traído gastos económicos y sociales mucho más agudos debido a la debilidad del gobierno y el pésimo desempeño que han registrado a lo largo de los años. En los últimos 12 años se han visto afectados 33,7% de personas en esta región y 12,5% alcanzo su máximo nivel de pobreza extrema (ONU, 2021). Los países donde hubo un aumento mayor de la pobreza extrema, comparando los años 2019 y 2020, son México, con un aumento de 10,6% a 18,3%; Honduras, de 20% a 26,1%; y Ecuador, de 7,6% a 12,8%. Esto quiere decir que las personas sin acceso a agua potable, electricidad, sin techos y que pasan hambre han aumentado en más del 5%, solo en estos países (BBC, 2021). Un dato interesante es lo que está pasando en Panamá y Brasil, en ambos países, a diferencia de toda la región, disminuyo su nivel de pobreza extrema. En Brasil cayó de 5,5% a 1,4% y en Panamá de 6,6% a 6,4% en los mismos años (BBC, 2021). Esto se debió, en gran medida, al gasto público y las medidas de alivio económico que los países adoptaron. Mientras que Brasil destino el 8% de su PBI, México solo gasto el 0,7%. La pobreza y pobreza extrema aumentaron en la región en medio de la recesión económica, el resultado fue un aumento del endeudamiento y déficit fiscal.

Perú es el séptimo país más poblado en América, con una población de 32 millones 625 mil 948 habitantes, hasta Junio del 2020. Del total de la población peruana, para el año 2019, 20,2% tenía pobreza monetaria, lo que se traduce en 6 millones 564 mil 93 personas que no pueden cubrir el costo de la canasta básica[2] (INEI, 2021). La tasa de pobreza extrema llego a 2,9%, 942 mil 370 personas que no pueden cubrir el costo de la canasta básica de alimentos valorizada en 187 soles. Mientras que la tasa de pobres no extremos llego a 17,3%, 5 millones 621 mil 723 personas que no pueden cubrir la canasta básica (INEI, 2021). 

La pobreza afecta de manera distinta a cada grupo poblacional. La pobreza infantil afecta el presente, tiene consecuencias a largo plazo y vulnera prácticamente todos los derechos de los infantes. Para el 2019, 31% de los infantes se encontraban en situación de pobreza (INEI, 2021). Para ese mismo año, la incidencia de la pobreza en los niños de 5 a 9 años fue de 28,5%, en los niños de 10 a 14 años de 28%. Esto pone a los niños y adolescentes en completa vulnerabilidad, obligándolos a entrar en alguna actividad económica. El trabajo en este grupo entorpece su educación, su desarrollo físico, mental y social. Para el año 2019, 25,8% de niños, niñas y adolescentes, de 5 a 17 años, realizaron alguna actividad económica que equivale a 2 millones 200 mil niños, niñas y adolescentes. Los niños, niñas y adolescentes que realizan actividades económicas son pobres y no pobres, el porcentaje de niños, niñas y adolescentes pobres que trabajan es de 35,5% mientras que los niños, niñas y adolescentes no pobres es de 22.1% (INEI, 2021).

En los adolescentes y jóvenes de 15 a 19 años la pobreza dificulta su acceso a educación superior, trabajos de calidad y un desarrollo pleno, en este grupo la incidencia de pobreza fue de 22.3% (INEI, 2021). En adultos de 20 a 60 años la incidencia estuvo en 17% aproximadamente. Mientras que en los adultos mayores llego a 14.6% aproximadamente, muchos de ellos no cuentan con pensiones y los que aportaron, reciben pensiones que no les permiten tener vidas dignas. En tiempos de pandemia, este grupo tiene un riesgo mayor debido a los padecimientos o enfermedades crónicas que sufren. Según datos del año 2019, 4 de cada 5 adultos mayores sufren de alguna enfermedad catalogada como crónica, de las que se destacan la artritis, la hipertensión, el asma, la diabetes, el cáncer, el TBC, entre otras (INEI, 2021).

Los grupos más afectados por la pobreza en el Perú, son los pueblos indígenas y los afrodescendientes. Estos grupos, que se auto identifican con una lengua materna nativa presentan tasas de pobreza que en promedio son mayores a los grupos que identifican al castellano como su lengua materna. Para el año 2019, el grupo que se identifica con una lengua materna nativa tenía una incidencia de la pobreza del 30,5%, mientras el índice del grupo que identifica al castellano como su lengua materna era de 17% (INEI, 2021). Asimismo, según la auto percepción, la incidencia de pobreza de los afrodescendientes es de 30.3%, de los de origen nativo es de 27%, de los blancos de 18.8% y los mestizos de 14.2% (INEI, 2021). Por ende, un afrodescendiente tiene 2,1 más probabilidades de vivir en pobreza que los mestizos y 1,8 más probabilidades que los bancos. Los de origen nativo tienen 1,9 más probabilidades de vivir en pobreza que los mestizos y 1,4 veces más que los blancos (INEI, 2021). Esto se debe a que estas poblaciones han sido excluidas y discriminadas a los largo de la historia. Por ello, tienen menos acceso a educación, salud, empleos, viviendas, entre otros factores que una persona necesita para desarrollarse.

Otro grupo vulnerable es la población que ni estudia ni trabaja (NINI), esta población la conforman jóvenes de 15 a 29 años que no pueden ser absorbidos por el mercado por la incapacidad de dar trabajo a personas con escasas calificaciones y por la falta de garantías que tienen el Estado de generar cobertura de prestaciones de servicios tradicionalmente ligadas al desempeño de trabajos estables. Estos jóvenes han tenido condiciones de vulnerabilidad en el ciclo de su vida que no les ha permitido desarrollarse, han estado expuestos a desnutrición, familias fracturadas, trabajo infantil, entre otros factores. En el año 2019, 1 millón 400 mil jóvenes conformaba este grupo, de los cuales el 33,2% eran hombres y el 66,8% eran mujeres. Las mujeres son las que se ven más afectadas debido a la transmisión intergeneracional[3] de la desigualdad de género.

La pobreza tiene muchas causas, como el cambio climático que causa sequias, degrada el ambiente, y afecta la agricultura, ganadería y pesca; los conflictos armados que empobrecen, vulnera derechos humanos y causa crisis económicas; los modelos económicos que benefician a los más privilegiados sin ver las consecuencias que generan a otras poblaciones y al ambiente; la corrupción que existen en los países y causa crisis sociales y económicas; la discriminación de género que evita que el 50% de la población pueda desarrollarse plenamente; entre otras. La pobreza afecta la salud de las personas, las priva de educación, de viviendas dignas, de agua potable y de servicios básicos que son fundamentales para que las personas se desarrollen y puedan contribuir al desarrollo de los países. Es necesaria la colaboración y el trabajo conjunto de los gobiernos, las instituciones públicas y privadas para reducir la pobreza y no dejar a nadie atrás.

Este trabajo forma parte del proyecto “Agenda Perú: Repensando el rol del sector privado en el desarrollo sostenible”financiado por el Institute Development Research Center (IDRC).

Fuentes: 

Banco Mundial (Octubre 07, 2020), Debido a la pandemia de COVID-19, el número de personas que viven en la pobreza extrema habrá aumentado en 150 millones para 2021, Recuperado de la página web: https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2020/10/07/covid-19-to-add-as-many-as-150-million-extreme-poor-by-2021.

BBC News Mundo (Mayo 20, 2021), Covid – 19 en América Latina: los países donde más aumentó la pobreza extrema durante la pandemia (y los dos donde insólitamente bajó), Recuperado de la página web: https://www.bbc.com/mundo/noticias-57165791.

IMCO (Julio 19, 2019), Índice de pobreza multidimensional 2019  vía PNUD, Centro de Investigación en Política Pública, Recuperado de la página web: https://imco.org.mx/indice-pobreza-multidimensional-2019-via-pnud/.

Naciones Unidas (s.f.), Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo, Recuperado de la página web: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/poverty/.

ONU (Marzo 4, 2021), Pobreza en América Latina, COVID – 19, desperdicios de alimentos… Las noticias del jueves, Recuperado de la página web: https://news.un.org/es/story/2021/03/1489082.

The World Bank (Abril 15, 2021), Poverty, Recuperado de la página web: https://www.worldbank.org/en/topic/poverty/overview.

UNDP (s.f.), Lo esencial para na vida digna, Recuperado de la página web: https://feature.undp.org/multidimensional-poverty-2019/es/?fbclid=IwAR0_UpW073Q__UTg0RQNnqDeOzrCKQ1EJ2NQdHM3Z6l22m7B538WHKE3n8k.

UNDP (s.f.), The 2019 Global Multidimensional Poverty Index (MPI), Recuperado de la página web: http://hdr.undp.org/en/2019-MPI.

Vargas, J. & Ibáñez, E. (2003), Análisis y reflexiones sobre la transmisión intergeneracional, Revista Electrónica de Psicología Iztacala, Volumen 6 (1), Recuperado de la página web: http://www.revistas.unam.mx/index.php/repi/article/view/21690/20428.


[1] El IPM, para comprender como experimentan la pobreza de manera múltiple y simultánea, mide como las personas experimentan privaciones en el hogar en tres dimensiones (salud, educación y estándar de vida). En salud miden si un adulto menor de 70 años o un niño se encuentra desnutrido y si un niño menor de 18 años ha fallecido. En educación se mide si los miembros del hogar de 10 años a más han completado 6 años de escolaridad. En estándar de vida se mide si en el hogar utilizan como combustible estiercos, leña y/o carbón; si la instalación de saneamiento del hogar está mejorada; si el hogar cuenta con instalaciones de agua potable mejoradas y es compartida con otros hogares; si el hogar no tiene acceso a luz; si los materiales de la vivienda son inadecuados; y si en el hogar no se poseen más de uno de los bienes que se detallan a continuación: radio, TV, teléfono, computadora, carro para animales, bicicleta, motocicleta o refrigerador, y no poseen automóvil ni camión.

[2] La canasta básica está conformada por alimentos, y por bienes y servicios; para el año 2019 se valorizó en 352 soles mensuales.

[3] La transmisión intergeneracional es algo que se da a lo largo de la vida cotidiana. “A través de este trato diario, los padres van reproduciendo las pautas de interacción que a su vez tuvieron con sus padres y hermanos y en el trato diario familiar van construyendo lo que serán los estilos de vida de sus hijos. Es un proceso tan lento y gradual, que es casi inconsciente.” (UNAM, 2003)