Por: Rocio del Pilar Escalante Ramos
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) evidencia que, en el año 2017, 24 mil 208 empresas fueron constituidas por mujeres. Cifra superior a la del año 2016, que fueron 23 mil 468 empresas (2018) (s.f.). Esto, refleja una mayor inserción de las mujeres en el sistema financiero formal. Estas cifras son mayores a la de los varones que son de 21 mil 23 y 18 mil 636 respectivamente (2018) (s.f.).
En la estructura demográfica del Perú se puede observar que la mitad de la población está constituida por mujeres, llegando a un 50,4%. Para el periodo del 2008 al 2018 la tasa de actividad femenina oscilo entre un 64,7% a 64% (INEI, 2019). Y la PEA de las mujeres para el 2018 fue de 7 millones 766 mil 900 mujeres, de la cuales 7 millones 421 mil 600 estaban ocupadas y 345 mil 300 desempleadas. Así mismo, 70 de cada 100 mujeres trabaja en micro y pequeñas empresas; 41 de cada 100 en el sector servicios y la cuarta parte de las mujeres que trabaja se encuentran afiliadas a un sistema de pensiones (INEI, 2016). Estas cifras revelan que las mujeres desempeñan un papel importante para el desarrollo y crecimiento económico.
Sin embargo, la brecha de género laboral y salarial es un obstáculo que afecta a la gran mayoría de mujeres. En la mayoría de países las mujeres ganan 60 a 75 centavos por cada dólar que los hombres ganan (World Economic Forum, 2017). Según el Foro Económico Mundial, aumentar la igualdad de género aumenta el PBI, contribuye a la competitividad y al desarrollo humano (2017). Así mismo, aumenta las oportunidades de trabajo, contribuye a alcanzar el objetivo 5 de las ODS y reduce la discriminación en el mundo laboral, siguiendo con los avances que luchan contra la discriminación en las esferas de poder y el impedimento de ingresar al mundo laboral que enfrentan las mujeres , garantizando la igualdad de derechos.
Es importante recordar que en las tres últimas décadas se ha dado un reconocimiento a nivel internacional sobre los derechos de la mujer relacionados estrechamente con el ambiente y estrategias de desarrollo económico y social (Machado, Medina & García, 2016). Por lo que, garantizar los derechos fundamentales y justicia social para las mujeres es una condición necesaria para conservar el ambiente, tener un desarrollo sustentable y garantizar laseguridad humana (2016). Las mujeres son una importante fuerza para el manejo del ambiente y el desarrollo económico y social.
Es fundamental empoderar a las mujeres para aprovechar las oportunidades en la economía sostenible, que garantiza la subsistencia local, el cuidado de las familias y una mayor educación para los hijos. Por consiguiente, es necesario hacer cambios en 4 áreas importantes: acceso al financiamiento, igualdad de derechos sobre la tierra, políticas que apoyen su participación activa en la naciente economía verde y empoderamiento político (World Economic Forum, 2017). Las mujeres han empezado a abrir una gran posibilidad y oportunidad para generar un desarrollo sostenible que elimine las desigualdades en la economía.
El caso peruano
En el Perú, la participación de las mujeres en la economía ha aumentado en los últimos años, alcanzando un total de 44.2% de la PEA. El 36 % de los emprendimientos fue iniciado por mujeres pero la falta de capacitación hace que muchos de ellos no sean sostenibles en el tiempo. Por ello, es necesario garantizar el empoderamiento de la mujer en base a lo que necesita el mercado y trabajar en el cierre de las brechas que impiden que más mujeres sigan emprendiendo y que cuenten con el apoyo necesario para subsistir en los mercados (Lozano, 2019).
Para el año 2018, a nivel nacional, el 29,2% de las mujeres mayores a 14 años no contaban con ingreso propios. Desagregando está cifra vemos que en el área urbana un 26,4% no cuenta con ingresos propios y la rural está cifra es mucho mayor, llegando a 41,2%. Si vemos estás cifras en las diferentes regiones del Perú, en la Amazonía las mujeres que no cuentan con ingresos propios es de 34,6%, en la Sierra 32,1% y en la Costa 26,6% (INEI, 2019). La falta de ingresos propios de las mujeres hace que tengan poco poder de decisión para sus gastos individuales y su desarrollo personal.
Sumado a esto, las mujeres peruanas dedican 23 horas con 34 minutos más que los hombres al trabajo doméstico a la semana (INEI, 2019). Lo que hace que tengan menos horas para otras actividades, como educación, trabajo remunerado u ocio. Para el 2018, el 14,2 % de mujeres alcanzó educación superior no universitaria y un 15,1% alcanzo educación universitaria (INEI, 2019). Esto trae como consecuencia que las mujeres no puedan desarrollarse plenamente, no tengan poder de decisión, ni las herramientas necesarias para materializar sus emprendimientos o mantenerlos en el tiempo.
Por ello, la Organización Internacional de Trabajo (OIT) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) buscan empoderar económicamente a las mujeres, a través del crecimiento de sus empresas de manera que logren autonomía económica. Estas organizaciones brindan habilidades, herramientas y recursos que favorecen el entorno de las mujeres para que puedan desarrollar sus emprendimientos. El CAF incorpora perspectivas de género en los financiamientos que otorga y ha puesto en marcha programas de educación financiera y empresarial. La OIT propuso un modelo de Inversiones para el desarrollo emprendedor de las mujeres y una guía de formación para mujeres empresarias.
Los retos que las mujeres empresarias enfrentan son mucho mayores que la de los hombres y para el éxito de sus nacientes negocios es necesario que cuenten con herramientas y el conocimiento necesario. Con el fin de generar trabajos decentes, negocios rentables y su empoderamiento económico y social.
Algunas de las Pymes que contribuyen a la igualdad de género y un crecimiento verde las podemos encontrar en el Directorio de Pymes Verdes de la Coalición por la Economía verde en el Perú (https://economiaverde.pe/pymes/ods/5-igualdad-de-genero/).
Este trabajo forma parte del proyecto “Agenda Perú: Repensando el rol del sector privado en el desarrollo sostenible” financiado por el Institute Development Research Center (IDRC).
Fuentes:
CAF (2019, 29 de enero). Mujeres empresarias, imprescindibles para lograr una igualdad de género real. Recuperado de https://www.caf.com/es/actualidad/noticias/2018/01/el-exito-empresarial-de-las-mujeres-clave-para-la-igualdad-de-genero/.
INEI (s.f.). El 55,7% de los negocios creados por personas naturales son liderados por mujeres. Recuperado de: http://m.inei.gob.pe/prensa/noticias/el-557-de-los-negocios-creados-por-personas-naturales-son-liderados-por-mujeres-9610/.
INEI (2018, 28 de febrero). A nivel nacional existen 2 millones 303 mil 662 empresas al cuarto trimestre de 2017. Recuperado de: https://www.inei.gob.pe/prensa/noticias/a-nivel-nacional-existen-2-millones-303-mil-662-empresas-al-cuarto-trimestre-de-2017-10609/ .
INEI (2019, diciembre). Perú Brechas de Género 2019 Avances hacia la igualdad de mujeres y hombres. Recuperado de: https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1716/Libro.pdf.
INEI (2016, 07 de marzo). Más de 7 millones de mujeres conforman la fuerza laboral del Perú. Recuperado de: https://www.inei.gob.pe/prensa/noticias/mas-de-7-millones-de-mujeres-conforman-la-fuerza-laboral-del-peru-8943/.
Lövin, I. & Ngozi Okonjo-Iweala (2017, 04 de mayo). Las mujeres en la economía verde. World Economic Forum. Recuperado de: https://es.weforum.org/agenda/2017/05/las-mujeres-en-la-economia-verde/.
Lozano, V. (2019, 17 de noviembre). Mujeres deben tener mayor participación en el emprendimiento peruano. Andina. Recuperado de: https://andina.pe/agencia/noticia-mujeres-deben-tener-mayor-participacion-el-emprendimiento-peruano-773999.aspx.
Machado, L., Medina, R. & García, R. (2016). UNA MIRADA DESDE EL DERECHO A LA PERSPECTIVA DE GÉNERO Y SU INTEGRACIÓN A LA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL. Revista Universidad y Sociedad, 8(3), 72-79. Recuperado de: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2218-36202016000300009&lng=es&tlng=es.
UNDP (s.f.). Las mujeres tienen mucho que aportar. Recuperado de: https://www.pe.undp.org/content/undp/es/home/stories/bias-and-backlash.html.